Lo que buscábamos sucedió, comenzando por el consenso en la Unión por la Patria sobre la fórmula de la unidad. Hubo discusiones y tensiones. Pero una vez acordado, todos los integrantes del espacio avanzamos juntos, porque el problema no es entre nosotros: el problema es con los demás. El problema está en el modelo de acomodación, exclusión y represión.

Durante esta semana se realizaron diversas producciones de la unidad: se realizó una reunión de gabinete con la participación de todos sus integrantes, y Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa escenificaron el acto de repatriación de Skyvan. Avión PA-51, que fue utilizado durante los llamados «Años de la Muerte» en la última dictadura cívico-militar. Allí, el vicepresidente señaló que «hay que crear una lista de unidad» en la Unión por la Patria y pidió la «desdramatización» de los debates partidistas. También dejó claro que si iba al PASO, el área que representa tenía un candidato que era Wado de Pedro. Pero si se ha llegado a un acuerdo, Massa es el candidato a igualar.

Así funciona una coalición política: el acuerdo al que se llega no es el propuesto previamente por cada uno de los sectores por separado, sino el que todos juntos consideran mejor. De esta manera, se creó la fórmula de todos. El objetivo es ganar y así evitar el regreso de un gobierno que provocará el fracaso en todo lo que pudo avanzar.

En ese espíritu, Agustín Rossi, candidato a vicepresidente en la fórmula Unión por la Patria, afirmó que «en este escenario político electoral que tenemos, donde van a haber tres curules, como dijo Cristina, se podría decir que hay tres espacios, pero dos proyectos, la historia del neoliberalismo o del liberalismo económico que se puede expresar de diferentes maneras, y hay otro proyecto que tenemos, un proyecto nacional y popular”. Luego agregó: “no haremos ningún ajuste” y precisó que por ajuste entendía “lo que hoy sugieren las tres fórmulas de la derecha, que es una devaluación repentina”. «Nos damos cuenta del período difícil que estamos atravesando, pero este período difícil tiene una fecha de finalización. Entre fines de este año y fines del próximo, las condiciones estructurales de la economía argentina cambiarán favorablemente (…). Ningún ajuste, por el contrario, años de crecimiento económico con inclusión, justicia social y un fuerte proceso de redistribución del ingreso”. “Estamos a favor de una oferta de distribución y tenemos claro que esa oferta de distribución debe saldarse a favor de los trabajadores y del sector de renta fija”, concluyó el actual Jefe de Gabinete.

Si hay una oferta de distribución, significa que hay presión de las corporaciones para aumentar los niveles de ganancias, tanto aquí como en todo el mundo. Este problema no es fácil de resolver. Es una de las grandes preguntas que necesita ser resuelta a escala global.

Argentina puede y debe aumentar su nivel de autonomía en estos frentes en disputa. Por ejemplo, hacer lo que hizo Néstor Kirchner en 2006 y pagar toda la deuda del FMI. En ese sentido, en relación al organismo internacional, Massa afirmó en la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción que “hay que pagar el fondo y sacarlo de la Argentina para no volver jamás”. «¿Qué significa ir al fondo? Es asumir metas, obligaciones y compromisos en términos de un programa económico, es renunciar a parte de tu autonomía y apegarte a un programa que de alguna manera explique la repago de tu país”, concluyó ahora el mandatario. candidato. Eso sí, hay un cambio de escala importante: cuando Néstor Kirchner pagó toda la deuda rondaba los $9.000 millones, ahora son $45.000 millones, un monto récord con Mauricio Macri.

Lidiar con la deuda que nos dejaron es todo un reto. Mientras tanto, enfrentamos y enfrentaremos una lucha permanente para la cual es necesario acumular la mayor fuerza posible.

Hay un futuro brillante. Si este año Argentina tuviera los 20 mil millones de dólares de la cosecha que no recibió por la sequía, la situación del país hoy sería más cómoda y tranquila. La previsión para el año 2024 es de muy buen nivel de actividad agrícola. A esto hay que sumar los avances en la producción de energía.

Mientras tanto, en el frente opositor, Horacio Rodríguez Larreta cometió un asesinato honesto: acusó a Patricia Bullrich de representar “el modelo de Mauricio Macri que fracasó”. Sería interesante que explicaran qué falló y qué proponen aparte de lo que dicen que falló. Porque al mismo tiempo que su modelo fracasó, aseguran que si ganan las próximas elecciones, usarán el mismo modelo.

La propuesta de Rodríguez Larreta y de uno de sus principales asesores económicos, Hernán Lacunza, se diferencia de la de sus opositores internos en la rapidez de aplicación del ajuste: si se hace de manera lenta o repentina. Aquí no hay cambios significativos: se están discutiendo variantes del mismo proyecto. Es un modelo que devalúa los salarios, las pensiones, los ingresos de los sectores populares, incluidos los sectores medios en Argentina. Cuando dicen “queremos reducir el Estado y reducir el gasto público”, estas frases tienen una traducción inmediata: provienen del sistema de pensiones, educación y salud, entre otros.

Alrededor de la mitad de los recursos del sistema de pensiones de nuestro país no provienen de las cotizaciones previsionales, sino de impuestos como el IVA o los combustibles o los débitos y créditos. Es decir: cuando dicen que van a bajar los impuestos mientras logran el equilibrio fiscal, están señalando, sin decirlo explícitamente, que van a destruir el sistema de pensiones, por poner un ejemplo.

Como siempre argumentamos: hay dos modelos, uno que propone ajustes de mayor o menor velocidad, más o menos extremos y represivos, y otro que promueve un ciclo virtuoso de desarrollo sostenible y una mejor distribución del ingreso y la riqueza.

*Diputado Nacional por el Frente de Todos y Presidente del Partido Solidaridad