La misión argentina, encabezada por Sergio Massa, parte este domingo hacia China, en un viaje lleno de expectativas y urgencias económicas, pero también rodeada de especulaciones políticas. El retraso en alcanzar un acuerdo con el FMI para respaldar los fondos de futuros desembolsos ha dejado al gigante asiático con una sola opción alternativa para obtener un apoyo financiero que le permita superar sus necesidades más apremiantes de divisas sin incurrir en insoportables condiciones políticas, económicas y sociales. costos A corto plazo.

Además, sin embargo, la presencia de Máximo Kirchner en la delegación, en medio del proceso de determinación de afinidades y candidaturas del Frente de Todos, abre otra vertiente de extremo interés en el desenlace de este periplo. Lo que tendrá al líder del Frente Renovador (FR) y al referente clave del kirchnerismo muy cerca durante casi una semana, y ambos a la vez muy alejados, al menos físicamente, de los demás actores claves para este momento de máxima tensión política.

Las matemáticas en el tigre hablan de China

Massa dedicó su último día en el país a actividades aparentemente formales, pero llenas de gestos políticos. En la mañana asistió a la inauguración del tren turístico entre las ciudades bonaerenses de Mercedes y Tomás Jofré junto al ministro de Transporte Diego Giuliano (FR) y su homólogo del interior, Eduardo «Wado» de Pedro. Al igual que en el Acto 25 en la Plaza de Mayo, la imagen dominante fue una fotografía de Massa junto a De Pedro.

En horas de la tarde, Massa recibió en su domicilio al gobernador Axel Kicillof. Un encuentro íntimo, tanto que la única foto que se publicó fue una»autofotode Massa–, en el que también participó Malena Galmarini como propietaria de la casa y propietaria de Aysa, en el que ella y el gobernador discutieron “una agenda de acuerdos con China relacionados con obras de infraestructura en la provincia”, entre ellas relacionadas al alcantarillado, agua y electricidad.

A falta de dólares, los yuanes son buenos

Massa llegará a China el martes 30. Las actividades de los tres primeros días se realizarán en Shanghai. La ciudad alberga el Nuevo Banco de Desarrollo BRICS (NDB), entidad presidida hace poco más de un mes por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff. De martes a miércoles se llevará a cabo una reunión de los gobernadores del banco (ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales de los cinco países miembros), y uno de los puntos de la agenda es la discusión de la reforma al artículo 7 de la ley constitucional del BND. ley, a pedido de Lula, el presidente de Brasil. Una reforma del artículo permitiría a la entidad garantizar con sus fondos la deuda comercial de los países no BRICS con los países que integran el bloque.

La solicitud tiene un objetivo explícito: que el NBD garantice el financiamiento de las exportaciones de Brasil a Argentina, para que este flujo comercial no se vea interrumpido por la falta de divisas en Argentina para pagar sus compras. Esta fue la propuesta de Lula como solución a Alberto Fernández durante su reciente visita a Brasilia, como una solución alternativa a la negativa del Bndes de financiar directamente (por su cuenta y riesgo) dichas operaciones con Argentina.

No es la única respuesta financiera que va a buscar Massa en territorio chino. También espera que el Banco Popular de China ponga a disposición de la Argentina el equivalente a 5.000 millones de dólares adicionales para pagar las importaciones desde China bajo los recursos de un acuerdo monetario entre ambos países denominado SWAP. Esto se discutirá el sábado, un día después de la llegada de la delegación a Beijing.

El SWAP es actualmente de $ 18 mil millones o el equivalente en yuanes. Argentina ya tiene más de 5.000 millones de millones disponibles para utilizar como pago de sus importaciones desde China, lo que convierte en deuda comercial la «colocación» de estos fondos del banco central chino en el Banco Central de la República Argentina. Ahora Massa pide que se amplíe ese límite a 9 o 10.000 millones de dólares (en yuanes) en total, lo que aumentaría la financiación de China (y la deuda del país, pero con la opción de compensarla con exportaciones).

Con este mecanismo, el comercio entre China y Argentina pasaría gradualmente de utilizar el dólar a reemplazarlo por el yuan.

Entre Shanghái y Pekín

Las reuniones programadas en Shanghái, a partir del martes, incluirán a las siguientes empresas: China Gezhouba Group Corporation (CGGC), sobre el proyecto en curso de represas en el río Santa Cruz; Power China (proyectos relacionados con el desarrollo de la energía), CET – State Grid (ampliación del sistema de transmisión de energía eléctrica), Tibet Summit Resources, Ganfeng Lithium y Tsingshan Holding Group (inversión en el desarrollo de la minería y extracción de litio).

Los puntos destacados de la agenda de Beijing incluyen reuniones programadas con el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Zheng Shanjie, con quien firmará el Plan de Cooperación de la Franja y la Ruta, y más tarde con el Gobernador de la República Popular China (PBoC), Yi Gang, con quien discutirá la restauración y expansión de la moneda SWAP.

En la última parte de su programa del sábado, Massa sostendrá una reunión bilateral con el ministro de Hacienda, Liu Kun, para discutir el financiamiento bilateral de obras de infraestructura en Argentina.

La delegación incluye al Ministro de Transporte Diego Giuliano; Juan Manuel Olmos, Subjefe de Gabinete; Cecilia Moreau, Presidenta de la Cámara de Diputados; Flavia Royon, Ministra de Energía; Juan José Bahillo, Ministro de Agricultura; Marco Lavagna, Secretario de Asuntos Económicos y Financieros; Miguel Angel Pesce, Presidente del Banco Central; y los diputados nacionales Máximo Kirchner, Paula Penacca y Diego Sartori.