Los precios de alquiler de departamentos en Buenos Aires aumentaron entre 3,2 y 14,3 por ciento mensual en mayo, según la ubicación y el número de habitaciones, según una encuesta del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz. (CESO).

El informe dijo que los aumentos durante abril fueron del 8,8 por ciento para los estudios, el 14,3 por ciento para los apartamentos de dos habitaciones y el 3,2 por ciento para los apartamentos de tres habitaciones.

Dijo además que el aumento acumulado en los últimos doce meses fue de 115,1 por ciento para los monoambientes en Buenos Aires, 140 por ciento para los de dos dormitorios y 109,2 por ciento para los de tres dormitorios, periodo en el que la inflación subió a 108,8 por ciento. , según el INDEC.

El sujeto precisó que la mediana de monoambientes ofertados en la ciudad es de 92.500 pesos, por lo que el salario mínimo de vital y móvil, que en marzo es de 84.512 pesos, alcanza para cubrir el 91,36 por ciento de la renta.

Por el contrario, las ofertas medianas para departamentos de dos ambientes son de 120.000 pesos y de 160.000 pesos para departamentos de tres ambientes, con un salario mínimo de 70,43 por ciento y 52,82 por ciento, respectivamente.

“Las cifras anteriores no incluyen gastos que alcanzan en promedio el 14 por ciento del costo del precio de oferta de alquiler”, agregó la entidad que dirige el economista Andrés Asiaín.

El índice de rentas, que ajusta la actualización de las rentas bajo un contrato ya vigente, muestra un aumento interanual de 95,9 por ciento en el primer día hábil de abril, 12,9 puntos porcentuales menos que la inflación.

CESO destacó que «en la ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden que gran parte de la población alquile incluso un monoambiente promedio y los empuja a zonas con infraestructura y servicios de menor calidad».

“El contexto de aceleración de la inflación suma incertidumbre a la necesidad de fijar valores que tendrán una vigencia de 12 meses”, agregó, y señaló que esta situación “se traduce en valores de entrada elevados, aunque al ritmo de inflación actual se están licuando rápidamente”. , representan un obstáculo importante para la celebración de un nuevo contrato de arrendamiento.