La jueza Loretta Preska, quien reemplazará a Thomas Griesa en los tribunales de Nueva York, falló a favor de YPF y en contra del Estado argentino en el proceso de expropiación de YPF durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner en 2012. De esta forma, YPF quedará exenta de pagar y la nación tendrá que seguir luchando contra el fondo buitre Burford Capital, que la compró en 2015 el derecho de litigar a algunas empresas privadas, que eran accionistas minoritarios de la petrolera y alegaron haber sido perjudicadas. El Estado argentino todavía puede apelar en dos casos.

Primero, la buena noticia: un juez del Distrito Sur de Nueva York absolvió de responsabilidad a YPF porque los estatutos no requieren que la compañía petrolera «haga cumplir los requisitos de la oferta pública de adquisición o las sanciones por no hacerlo». La defensa y la apelación están a cargo del Ministerio Público, quien está a cargo de Carlos Zannini.

“Es una decisión positiva para YPF porque el juez reconoce que la empresa no tenía responsabilidad y no es garante del Estado-nación, por lo que sus bienes están libres de riesgo. Por otro lado, es importante resaltar que no todos se conceden pretensiones a los demandantes”, aseguraron Página I12 recursos corporativos.

Las noticias, por otro lado, no son tan buenas para el estado-nación. Según el juez estadounidense, «los demandantes eran tenedores de valores de YPF en los momentos importantes y, por lo tanto, tienen derechos contractuales exigibles contra Republic» y «sentencia sumaria contra Republic sobre sus reclamos por incumplimiento de contrato». LLos reclamos de los demandantes son válidos según la ley local que utilizaron para litigar el caso.

El reclamo de Burford se sustentaba en la forma en que se nacionalizó la petrolera sin realizar una oferta pública de adquisición, tal como figuraba en el estatuto definido en 1993 durante la privatización impulsada durante la presidencia de Carlos Menem. El país ha prometido que cualquier adquisición posterior de parte de la petrolera argentina lo obligará a hacer una oferta por todas las participaciones de mercado.

Oración no tiene una cierta cantidad todavía: esta será otra disputa en la corte, pero puede ser menos de lo que reclamaron. La cuestión es que el monto reclamado por los fondos en disputa varía entre los 8.500 millones de dólares y llega hasta los 19.8000 millones de dólares. Pero estas cantidades no son definitivas. El estado-nación tiene otras dos instancias, la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema de los Estados Unidos, antes de que la decisión sea definitiva, pero debe pagar una fianza.

Preska retrasó su decisión casi 280 días porque las partes involucradas habían terminado de presentar sus argumentos y estaban respondiendo a los argumentos de la otra parte. Quienes siguen de cerca el caso estimaron que las noticias estarían disponibles antes del 31 de marzo, cuando cierre una grabación periódica realizada por el sistema judicial estadounidense para monitorear el trabajo de los jueces. Cada semestre se publica una lista de los trabajos atrasados ​​de más de seis meses de cada oficial, y se esperaba que Preska quisiera tacharlo de su lista.

alerta de buitre

Lo distintivo de este caso es caracterización del demandante: fondo buitre Burford Capital, cuyas acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York subieron un 53,19 por ciento tras conocerse la decisión de Presky. Burford no es un especialista en inversiones financieras (mucho menos en el mundo de la energía o el petróleo), pero su especialidad son los megajuicios multimillonarios, generalmente para empresas quebradas o quebradas con litigios previos indefinidos y que necesitan efectivo. enfrentar su cierre o competencia. Burford se constituyó el 11 de septiembre de 2009 en el paraíso fiscal de Guernsey, una isla en el Canal de la Mancha. Para este fondo, el caso YPF no es uno más en su cartera de negocios.

Cuando se hizo pública en la Bolsa de Valores de Nueva York el 19 de octubre de 2020, tuvo que presentar informes regulatorios y balances a los accionistas. Allí se reveló que este juicio es el principal activo de su cartera. A diferencia de una acción de liquidación tradicional, Burford Capital no compró los bonos en circulación para luego reclamar el retiro del cien por ciento más intereses y multas, sino que asumió los derechos del inversionista en quiebra YPF (Grupo Petersen) para litigar para expropiar la mayor parte de las acciones de la empresa. Tampoco tiene el bagaje financiero de los fondos buitre tradicionales.