El candidato presidencial por el progreso de la libertad, Javier Milei, jugó sin esconder sus cartas en un acto en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), anunciando que viene el «plan motosierra» para achicar el Estado. «En lo que respecta a la reforma del Estado, habrá una fuerte reducción del gasto público», explicó, y agregó que esto sucederá «en todos los rubros donde haya una intervención de políticos que se esconden detrás de grupos vulnerables y otros de la sociedad para mantener sus fraudes». Luego aseguró que “lo llamamos el plan de la motosierra”.
El comunicado fue escuchado por los periodistas presentes y varias personas de su equipo, entre ellos su flamante asesor energético Eduardo Rodríguez Chirillo, Victoria Villarruel (Vicepresidenta); Ramiro Marra (Primer Ministro); y Diana Mondino (Representante Nacional por CABA), entre otros.
El plan de la motosierra también incluía cambios fiscales y laborales. «Hay una serie de medidas para hacer que la economía sea fiscalmente competitiva. Al mismo tiempo, la modernización del sistema laboral significa pasar al sistema de seguro de desempleo, que funciona muy bien en Uokra en Argentina, con la única diferencia de que pretendemos darle mucha más profundidad financiera”, explicó, sin disimular que Se avecinan fuertes cambios en los derechos de los trabajadores si Milei llega al gobierno.
En este discurso, el libertario también planteó un acercamiento a las medidas a tomar con respecto a la producción y distribución de electricidad, gas natural y petróleo. La exposición también discutió medidas para que Argentina lleve a cabo un proceso de transformación de energía comprometido internacionalmente. Milei comenzó su discurso explicando el programa de tres generaciones de reformas.
Decálogo Energético
En este acto, Milei también describió los 10 puntos de su programa energético.
1. Respetar lo suscrito, mantener la seguridad jurídica sin perjuicio de los derechos adquiridos.
2. Según el momento de su implementación, incluye medidas urgentes a través de la Ley de Reforma del Estado y medidas sustantivas a través de nuevos marcos normativos de diferente rango legal.
3. Revisar las funciones que hoy cumple el estado en el sector energético, como el estado regulador, el estado comercial, el estado auxiliar (cuando subsidia el consumo final y las actividades industriales -la producción de hidrocarburos o la compra de combustibles para la producción de electricidad).
4. Con el fin de restaurar la confianza en la inversión, establecer reglas claras y estables para el funcionamiento de los mercados que proporcionen señales de precios adecuadas para la inversión «en riesgo» (paridad de exportación) para reemplazar la inversión actual de gobierno a gobierno.
5. Garantizar la necesaria transparencia y previsibilidad de los actos normativos, que deberán conocerse con antelación (calendario anual y participación de representantes de la industria).
6. Establece un régimen conjunto para la ejecución de infraestructura energética, que permite a la iniciativa privada proponer proyectos a licitar, en los que el riesgo empresarial lo asume quien gana el proyecto.
7. Apoya la contratación a largo plazo de mercados, cuya concreción será liderada por los agentes industriales.
8. Es un cambio en el que el Estado “cambia de mirada” para dejar de mirar hacia adentro, abrirse al mundo y buscar la integración en él a través de exportaciones fijas de largo plazo. Se enfatiza el papel y la importancia de renovar los tratados de protección de inversiones.
9. Es un cambio que supone una trayectoria de precios o un período de transición con mecanismos de amortiguamiento en los pagos del consumidor final.
10. Se trata de un cambio encaminado a racionalizar la oferta e incentivar a la demanda a ahorrar, reducir costes o precios de producción, y la tarifa se hará cargo paulatinamente del coste real de la oferta, todo lo cual contribuirá a los objetivos de una transición energética.