Informe de inflación del mes de marzo del Instituto de Estadísticas Laborales (IET) Universidades Metropolitanas para la Educación y el Trabajo (ARTE) y el Centro de Conciertos y Desarrollo (CCD) fue colocado en 7,5%«una aceleración de 1,2 puntos porcentuales desde los registros de febrero».

De este modo, la inflación alcanzó 20,6% en el primer trimestre del año., cifra que anualizada para el resto del año asciende al 112%. Mientras, Inflación interanual (es decir, contra el mismo mes del año anterior) logrado 104.6% y mostró la decimocuarta aceleración consecutiva», revela el documento.

Para el Director General del CCD y ex Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trota“Vemos que junto a eventos naturales como la sequía, la inflación se está convirtiendo en una gran amenaza para la recuperación del empleo formal, que va en aumento. La inflación está provocando un fenómeno de crecimiento del empleo con un crecimiento de la pobreza que no se veía desde la década de 1990.. Necesitamos enfocarnos en los ingresos de los trabajadores y trabajadoras, en el crecimiento real de los ingresos familiares y encontrar un ancla para los precios que debe venir de un consenso de todos los sectores fuera del ruido electoral.

Tras analizar la caída de los ingresos reales, Trotta presentó una propuesta concreta. “Hoy, la mayor parte de la caída de los salarios reales tiene que ver con la caída de los ingresos de los trabajadores informales”él explicó. Y agregó: “Vemos que en los últimos años la informalidad está fuertemente ligada a la evolución del salario mínimo. El salario mínimo fijado por el gobierno sirve como piso para todos los ingresos en el sector informal, con la ayuda de la cual existe una poderosa herramienta para corregir, al menos parcialmente, la caída de los ingresos, a saber, aumentos más intensivos en el salario mínimo”.

Además, aseguró que “esta es una política aceptada e institucionalmente aplicada en todo el mundo, y recientemente se otorgó el Premio Nobel a dos economistas que demostraron que existe una relación positiva entre el salario mínimo y el empleo”.

Según los especialistas del IET, “La inflación de marzo fue impulsada por las comunicaciones (+12%), impulsada por un aumento de más del 15% en telefonía móvil. En segundo lugar se encuentran Otros bienes y servicios (+9,7%), seguidos de productos de higiene personal (como papel higiénico, cepillos de dientes, pañales y jabón de tocador) y cigarrillos. Alimentos y bebidas, el rubro de mayor peso en la canasta, subió 8,3% en marzo, destacándose encurtidos, frutas y carnes. Todos los capítulos de la canasta superaron el 4% mensual, lo que implica inflación generalizada para la mayoría de los rubros”.

Por su parte, el Coordinador General del IET, Amigo Fabián, explicó que “un elemento importante que afecta cada vez más a la inflación es la política cambiaria. Estamos en una situación en la que el gobierno está perdiendo reservas sistemáticamente y, por lo tanto, se ve obligado a aumentar la tasa de devolución del dólar oficial. Y en el mismo contexto, hubo una sequía que hizo que se produjeran aún menos dólares, más la presión del Fondo Monetario Internacional para evitar que la tasa de cambio oficial se desviara demasiado de la tasa de crecimiento de los precios. Con lo cual la inflación no está anclada en el tipo de cambio, que ahora empieza a funcionar como motor inflacionario con fuerza creciente”.

Paradoja: el empleo y la pobreza crecen

La segunda parte del informe analiza datos publicados recientemente sobre el mercado laboral y la pobreza. “El año 2022 fue muy anómalo: la economía creció, el empleo creció con fuerza (tanto en el segmento formal como especialmente en el informal) y la tasa de desempleo alcanzó su nivel más bajo desde 1992.. Sin embargo, la aceleración de la inflación y la caída de los ingresos reales de la mayoría de las familias explica por qué, a pesar del crecimiento económico, la pobreza pasó del 37,3 % en el segundo semestre de 2021 al 39,2 % en el mismo período de 2022. La pobreza se encontraba así en su nivel más alto desde 2006 (aparte de la pandemia)”, señala.

“Esta es la primera vez en el siglo XXI que ocurre este fenómeno de crecimiento económico con aumento de la pobreza, que ocurrió por última vez en la década de 1990”, advierte con dureza el documento. Sin embargo, señala que “las diferencias con esta década son importantes: en ese momento la pobreza aumentó en un contexto de baja inflación y un aumento drástico del desempleo; En contraste, en 2022, la pobreza aumentó en un contexto de bajo desempleo e inflación vertiginosa.

Para los analistas del IET, “hay un hecho aún más extraño. Que a pesar de que los precios de los alimentos subieron por encima de los precios promedio, la pobreza no aumentó en 2022, incluso disminuyó levemente, a diferencia de la pobreza. Esto se explica por el hecho de que los ingresos del 10% más pobre superaron al resto de la población año tras año y superaron la inflación. Dos factores están detrás de este fenómeno: los ingresos del decil más bajo son los más procíclicos de todos (es decir, se desploman más que otros en las recesiones y viceversa), y las políticas de transferencia de ingresos también se han mantenido -incluso ampliado- durante estos años” .

La tercera parte del informe se centra en lo ocurrido con el empleo remunerado registrado en el sector privado, que “en enero de 2023 (último dato disponible) registró su trigésimo aumento consecutivo, acabando de recuperar todo lo perdido durante la crisis de 2018-2019”.

Según el informe, «actualmente, el nivel de empleo privado registrado en términos absolutos se encuentra en su punto más alto. Sin embargo, estas cifras se vuelven relativas si consideramos que la población argentina crece alrededor del 1% anual. El número de asalariados privados formales por cada 1.000 habitantes, si bien se está recuperando en los últimos dos años, se encuentra muy por debajo del máximo histórico de fines de 2011, cuando comenzó a descender de manera sostenida debido al estancamiento económico que ha caracterizado a la economía nacional desde entonces. .

El informe concluye con un análisis de lo que sucede con el empleo formal en las distintas provincias. “23 de las 24 jurisdicciones tienen más empleo formal que al cierre de 2019 y 10 están en su máximo histórico en números absolutos, incluidas las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Por otro lado, Tucumán, CABA, Jujuy y Mendoza son los que tienen peor dinámica y no han podido superar los niveles de inicios de 2019.