El Ministerio de Economía consideró «exitoso» el resultado del canje de deuda en pesos, ya que logró «liquidar más de 4,3 billones de pesos de vencimientos» que debían liquidarse antes del 30 de junio y que ahora se convirtieron en bonos vencidos. en el transcurso de 2024 y en el primer trimestre de 2025. Sin embargo, el costo de reponer los bonos es que los nuevos bonos, además de la indexación de capital, devengan intereses, que en algunos casos superan el 10 por ciento, hasta la fecha de vencimiento.

Según el equipo que dirige Sergio Massa, titular del Palacio de Hacienda, «lo principal es que se ha superado la incertidumbre» sobre si el Gobierno podrá superar la «montaña de la madurez» de abril a junio. Los números así lo reflejan: los vencimientos alcanzaron cerca de 7 billones de pesos en el trimestre (2,47 billones en abril, 2,05 en mayo y 2,46 en junio) y se redujeron a 2,8 billones tras el canje (1,05 billones en abril, 950 billones en mayo y 800 billones en junio). “Cifra manejable”, apuntan en los pasillos de la cartera económica.

Citan con picardía un comentario que un destacado comerciante privado le haría a Massa tras conocer los resultados del canje: «Esta es la primera vez que el peronismo derrota a la derecha en la lucha del mercado (financiero)». Al menos eso es lo que dicen.

Debido a los resultados anteriores, el tipo de cambio de aceptación para los vencimientos de abril, mayo y junio alcanzó el 61,5%. También se reabrió el canje de títulos de deuda con vencimiento en las tres semanas restantes de marzo (la operación de canje ya se realizó en enero para el vencimiento del primer trimestre). Y teniendo en cuenta los resultados del anterior y nuevo canje agrupado de los títulos con vencimiento en marzo, la adhesión se sitúa en el 72%, según informan.

Como resultado, del total de la deuda en pesos ofrecida en canje, la tasa de aceptación promedio fue de 64 por ciento.

La valoración que hizo la secretaría financiera (encabezada por Eduardo Setti) tras conocer los resultados fue que el canje «cumplió con todas las expectativas». En principio, aseguran que la participación del sector público en la deuda de bonos elegibles «está por debajo del 50 por ciento» y que está en manos de los tres principales organismos públicos de crédito (Banco Central, Banco Nación y FGS de Anses) en un 34 por ciento. Se dice que ese era el «piso real» porque el resto está en manos de organismos que requieren liquidez a corto plazo y no iban a aceptar «bonos a un año y medio».

También confirman que el canje fue muy bien aceptado por los bancos, «principalmente los más grandes». El comunicado oficial menciona «un fuerte apoyo al sistema financiero», tanto de la banca pública como de la banca privada local y extranjera, entre las que destacan Santander, Galicia, ICBC, Credicoop, HSBC, Patagonia, Macro, Supervielle, BBVA, Itaú, Industrial, Citibank y J.P. Morgan.

En privado, fuentes oficiales señalaron que “incluso los bancos oficiales de jurisdicciones opuestas al gobierno hicieron ofertas agresivas con los bonos que tenían en cartera: Ciudad presentó el 75% de su propiedad y el Banco de Córdoba el 100 por ciento”. «.

Para el área que lidera Setti, el área de deuda total en manos del sector público y la banca privada es «una participación favorable del 85%». Por otro lado, ese canje será mucho menos atractivo para fideicomisos en manos de fondos mutuos (representaban el 15% de la tenencia total de bonos elegibles) o para tesorerías corporativas (por ejemplo, Techint).

“Por sus flujos comerciales mantienen un horizonte de inversión de corto plazo”, dijo Palacio de Hacienda. Y no descartan que se esté barajando algún otro instrumento específico para estos «inversionistas de corto plazo» que permita «rollar» (reprogramar) la deuda, pero en plazos mucho más cortos.

En total se ofrecieron bonos de deuda con vencimiento original entre marzo y junio de este año por 7,8 billones de pesos y se aceptaron ofertas de canje por 4,5 billones. De estos, se recibieron 4,34 billones, que es el monto de deuda nominal que eventualmente se canjeará por títulos con vencimiento en 2024 y 2025.

Al 30 de junio quedaban en circulación un total de 3,4 billones de pesos. “Una cifra absolutamente manejable”, aseguran en Economía, con un precio por “limpiar la incertidumbre en un año electoral, que tiene un valor enorme”, subrayan.

Sobre el costo de entregar bonos indexados y a una tasa de interés real muy alta, solo señalan que “el desafío sigue siendo el mismo, combatir la inflación” para que esa indexación no sea tan onerosa para el próximo gobierno.