El gobierno postergó hasta el 1 de julio la prevista actualización del impuesto a los combustibles líquidos en abril. La decisión se tomó mediante el decreto 168/2023 publicado este viernes en el Boletín Oficial, con el objetivo de «asegurar la necesaria estabilización y evolución razonable de los precios».

“En el caso de los impuestos al consumo y dado que la demanda de combustibles líquidos es muy inelástica, las desviaciones tributarias se trasladan prácticamente directamente a los precios finales de los combustibles”, señala el decreto. Por ello, ha subrayado que «es razonable aplazar los efectos de la subida del impuesto a la gasolina sin plomo, la gasolina virgen y el gasóleo».

A partir del ajuste de 2018, se espera que el impuesto a los combustibles actualice su monto fijo en enero, abril, julio y octubre de cada año en función de las variaciones en la inflación de cada trimestre anterior, tratando de suavizar las fluctuaciones en el precio del dólar o del petróleo, que anteriormente se tomó como referencia.

Ya es el séptimo aplazamiento de la subida de impuestos desde 2021 hasta hoy. Más recientemente, la única actualización fue en octubre del año pasado, cuando se aplicaron los aumentos pendientes para el primer y segundo trimestre de 2021, en los que se ajustó el combustible entre 1 y 4 por ciento, ¿según fuera gasolina o diésel?

Todavía no se sabe qué patrón de aumento de combustible se aplicará a partir del próximo mes. A fines de noviembre, el Ministerio de Economía acordó una directriz con las petroleras para aumentos de 4 por ciento en diciembre, 4 por ciento en enero, 4 por ciento en febrero y 3,8 por ciento en marzo, en línea con el aumento previsto en el marco de la justo. Programa de precios de alimentos y otros bienes de consumo.