«Habla con Mario», es una de las frases que recientemente ha comenzado a resonar con fuerza en el marco de la campaña presidencial Juntos por el Cambio. Mario es Mario Quintana, el exsecretario de Coordinación Interministerial del gobierno de Mauricio Macri, que ha vuelto con más fuerza al ruedo sin un puesto fijo, pero como figura central en la composición de la «historia» del PRO. . “Es el que más cree que Larreta debe ganar la interna a Patricia Bullrich” o el escenario en la alianza opositora “se espesará”.
como aprendio Página I12, los más atrevidos del espacio han calificado su llegada a lo más alto de la estrategia como el regreso del «CEO místico» o «CEO gurú». Quienquiera que haya sido, junto a Gustavo Lopetegui, parte del dúo que apoyó a Marcos Peña en el gabinete, también muestra una devoción por la meditación además de los negocios, donde se hizo famoso por liderar el grupo Pegaso que dirigía Farmacity, entre otros grandes negocios
También fue Quintana quien en algún momento fue designado por la actual vicepresidenta, Cristina Fernández, como uno de los compradores centrales de unos 11 millones de dólares de futuros, situación que luego terminó en un pleito. “Es amigo de Lilith y también de Horatio”, dicen en el PRO, pero agregan que es una especie de asesor constante de todo el espacio. Ya se sabe su vinculación con Elisa Carrió, pero hoy juega más en el montaje de la candidatura y campaña de la alcaldía porteña.
«El país está pensando en el futuro», admitió alguien que comparte horas con Quintana, quien aún mantiene un perfil bajo. Está metido en política al 100% porque había un fuerte resentimiento entre los presidentes ejecutivos por la chapuza que hicieron con Lopetegui en los años de Macri donde los acusaron de estar en los dos lados del mostrador. «Lo queremos lejos de los empresarios», bromeó otro líder del PRO, quien dijo que Quintana también estaba haciendo una especie de prueba de discurso para los 40 líderes de la fuerza Juntos por el Cambio.
Dos lados del mostrador
En 2017, en medio de una guerra entre Farmacity y el gobierno (querían entrar a la provincia en contra de la ley), Quintana Carrió dijo que se desharía del 3 por ciento de las acciones que tenía en la empresa. Cuando asumió el cargo en 2015, solo renunció al cargo de presidente de la firma, pero mantuvo participaciones en Farmacity y otras compañías. De hecho, todavía tiene participaciones en varias empresas.
El caso de Farmacity y el intento de violar las leyes de Buenos Aires tiene otro dato curioso: un abogado de la firma de Quintana, luego de una audiencia en la Corte Suprema en la que se discutió el problema de fondo con todo el sector y los farmacéuticos, se reunió en secreto con uno de los magistrados, a quienes casualmente nombró el propio Macri: se trata de Carlos Rozenkrantz, quien a la vez se dio a conocer como asesor legal de muchas empresas privadas.
Junto a Lopetegui, fueron el alma mater del proyecto EKI Descuento, comprando negocios y locales en crisis durante el régimen menemista, operación que les reportó ganancias millonarias y que luego quedó en manos del supermercado francés Carrefour.
Quintana dejó el cargo en una situación muy conflictiva con Marcos Peña y el ministro de Economía, Nicolás Dujovno, como parte de la apertura del proceso de endeudamiento con el FMI, llevado a cabo por el makrismo, que hoy golpea fuerte a la economía. Fue un fusible que Peña quemó cuando fracasó el plan de metas de inflación del banco central y estalló la crisis de la deuda.
Su perfil místico se justifica por la serie de encuentros o retiros que organiza periódicamente en la Capilla del Señor, donde reunió a funcionarios de todas las ramas del PRO. Hoy es mucho más activo en el aspecto político y electoral. “Creen que Horacio será el próximo presidente”, dicen a su alrededor.