La balanza comercial de abril mostró un déficit de 126 millones, y para el cuatrimestre, según el INDEC, la roja subió a 1469 millones de dólares. Los números ayudan a confirmar la delicada situación que atraviesa el país en el frente externo, la cual tiene sus consecuencias en la cantidad de reservas que el banco central está perdiendo a diario. Las exportaciones cayeron un 29,3 por ciento interanual el mes pasado (y en concreto un 55,6 por ciento para los productos primarios), mientras que las importaciones cayeron un 12,6 por ciento en valor. Página I12 consultó a tres economistas sobre las perspectivas en el frente comercial: sergio chozadirector de la consultora Sarandía; Anahí Rampanini, miembro del Departamento de Economía Política del PCCh; y pablo neiraEconomista UBA-UNSAM y miembro del portal Misión Productiva.

“Los números son preocupantes, en línea con lo esperado por la sequía, pero también con un doble efecto en términos de precios: es decir. hay una caída en las exportaciones por menos envíos por la sequía y una caída en los precios internacionales de productos primarios (gracias a las buenas cosechas de soja y trigo en Brasil) que agudizan el deterioro”, señala Chouza cuando se le pregunta por las exportaciones. “Los términos de intercambio están cayendo”, dice, y eso es sinónimo de un año difícil para el país.

Consultado sobre la interferencia del tipo de cambio en materia de exportaciones, Neira dijo: “Hoy, el mal desempeño está claramente ligado al tema de la sequía. A la larga, el nivel del tipo de cambio puede ser relevante, pero su estabilidad es mucho más importante.: Es imposible para cualquier empresa establecer lazos comerciales duraderos a menos que pueda tener precios y costos estables en el tiempo.” Y añado: “Esta estabilidad también es muy importante para las inversiones.. No hay economía que pueda sustituir significativamente las importaciones o apoyar las exportaciones sin una mayor inversión, tanto en obra pública como en inversión privada”.

“Una disminución menor en la categoría de importación (volúmenes un 9 por ciento menos frente a un 23 por ciento menos para los envíos de exportación) indica un patrón cierta rigidez en las compras externas: Solo la gestión de los flujos de autorización de divisas para las importaciones no romperá la dependencia extranjera de maquinaria e insumos. Se puede evitar un mayor crecimiento de las importaciones o mitigar la ventaja del acceso al dólar oficial en un contexto de brecha cambiaria tan grande para que no se dispare sino Las importaciones tampoco caerán bruscamente de un año a otroadvierte Chouza. “Esto marca la pauta. la caída de la actividad será menor de lo esperado. Algunos asesores privados han puesto una pauta del 5 por ciento, pero yo creo que la bajada será menor, nos da entre el 1 y el 2 por ciento”, añade.

Según Anahí Rampanini, “en este momento, con la implementación del SIRA, el gobierno está restringiendo las importaciones, no la administración” porque la administración asume el cumplimiento de criterios de desarrollo. Por ejemplo, en el caso de las importaciones de licencia no automática (LNA) a partir de octubre de 2022, se indica que “están representadas en términos reales en 46 por ciento según posiciones tarifarias Bienes de capital, 40 por ciento de partes y componentes, y 10 por ciento de bienes intermediosmientras que solo el 4 por ciento del comercio se vio afectado Bienes de consumo«. “Sin tener en cuenta estas últimas incorporaciones, las importaciones de LNA aumentaron un 17 por ciento en valor y precios constantes”, añade el investigador.

Para Pablo Neirahoy, la política comercial se rige por las necesidades de divisas del banco central, pero es importante entender que está a merced de la crisis externa del país: por el contrario, en el contexto ideal de una economía libre de crisis, las importaciones serían mayores, no menores, y Es lógico que la economía necesite importar para producir«. Desde su punto de vista»la mejor política para reducir las importaciones hoy en día es eliminar el déficit energético: El gasoducto Néstor Kirchner puede reponer el volumen de importaciones de gas que ninguna administración comercial puede compensar”.

Como aspecto positivo a destacar de la regulación de las importaciones, Rampanini destacó: la coordinación con diferentes áreas de gobierno: “Incluye la AFIP, la Dirección General de Aduanas, el Ministerio de Comercio y el Banco Central. por otras razones, impiden que los importadores aprueben el acceso de divisas al mercado oficial sin aprobar la LNA, o peor aún, hasta que se pague la importación».

De igual forma, al reciente debate sobre la posibilidad de regulación de precios a través de las importaciones, agregó: “La caída de los precios no asegura la apertura de importaciones en estructuras productivas como Argentinacada cadena en particular debe ser estudiada a fondo porque en muchas de las cadenas que importan hay productores o proveedores de insumos concentrados que controlan gran parte de la cadena y sus precios”.