AFIP desbarató maniobras fraudulentas en la producción y comercialización de cebolla por parte de operadores apócrifos que pretendían vender la mercadería de manera irregular. Las acciones de inspección y control de la organización encabezada por Carlos Castagnet consistieron en una serie de operativos en distintos puntos del país en establecimientos dedicados a la actividad y en los domicilios de los contribuyentes involucrados, en los que también participaron efectivos de las fuerzas federales.

En Río Negro, una investigación conjunta de la Dirección General de Impuestos (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) permitió desmantelar una red de firmas falsas dedicadas a simular arrendamientos de terrenos en la zona de General Cones, donde presuntamente producían cebolla que luego se exportaban a Brasil vía Puerto Iguazú.

Las áreas especializadas de la AFIP han verificado que la organización carece de capacidad económica para producir legalmente bienes u obtenerlos en los volúmenes en que se comercializan en el exterior, los cuales estrictamente serían comprados a productores no registrados. En ese sentido, agentes de la dependencia comprobaron que el principal contribuyente implicado emitió recibos fraudulentos por miles de toneladas de cebolla y a valores irrisorios equivalentes al 20 por ciento de su precio real, en un intento de justificar sus operaciones.

Entre las graves irregularidades identificadas por la DG se encuentra la ausencia de declaraciones de personal por actividades que supuestamente fueron tercerizadas, pero las facturas por la prestación de estos servicios fueron emitidas desde el mismo lugar donde se facturaron las exportaciones. Además, los supuestos arrendamientos no tenían fecha y se habían realizado con empresas inexistentes y firmados por aparentes representantes legales reales.

Ante estos numerosos indicios de maniobras fraudulentas, la AFIP informó al Juzgado Federal de Viedma, que ordenó allanar cinco viviendas en General Conesa y dos en Puerto Iguazú, desde donde se enviaba la mercadería a Brasil. Gendarmería Nacional y Prefectura Marítima participaron en diligencias y se incautó documentación, equipos de cómputo y dinero en efectivo, los cuales serán analizados por el órgano de justicia y la autoridad para determinar el monto de la evasión fiscal.

Por otro lado, en la localidad de Río Negro, Río Colorado, la DGI realizó dos operativos en empacadoras en los que decomisaron 103 toneladas de cebollas almacenadas en galpones por no contar con documentación que acreditara su origen. Las mercancías supuestamente provenían de operadores ilegítimos y estaban destinadas al comercio irregular con un valor de mercado de más de 3 millones de pesos.

En Argentina se producen anualmente entre 600.000 y 750.000 toneladas de cebolla, y aproximadamente el 30 por ciento se destina al mercado externo. Las exportaciones rondan los 20 millones de dólares al año, y el principal cliente es Brasil, que se lleva más de las tres cuartas partes de este volumen. La zona sur de la provincia de Buenos Aires y el valle de Río Negro son las regiones de mayor producción, seguidas de Mendoza, San Juan y Santiago del Estero.