“El contador de la Anses se mueve a toda velocidad. Cada día, unas 10.000 personas se registran entre los no creyentes y aspirantes a la moratoria de acceso a la pensión. La mayoría no acaba de aceptar que es cierto que podrán jubilarse en poco tiempo, a pesar de no haber cotizado nunca en su vida. Pero los comentarios de amigos, familiares y vecinos y la información brindada a los medios de comunicación los alientan a seguir adelante. Y al final se jubilarán», la crónica del P. Página I12 El 15 de octubre de 2006 se cumplió el hito de un millón de adultos mayores accediendo a un plan de retiro. El 73 por ciento eran mujeres y el 27 por ciento hombres, con una edad promedio de 71 años y dos meses.
El monto final de la moratoria otorgada por el gobierno de Néstor Kirchner en diciembre de 2005 ascendería a 2,8 millones de personas. La cobertura del Seguro Social dio un vuelco con esta política que, como muchas otras acciones de esta administración, parecía imposible hasta que se implementó. La dinámica a la que estaban acostumbrados los argentinos era que las mujeres de 60 años y los hombres de 65 años que no podían cumplir treinta años de servicio militar obligatorio estaban en camino. Tuvieron que esperar hasta los 70 años para recibir una pensión de vejez, que no fue suficiente para sacarlos de la pobreza.
“Dimos un paso extraordinario, empezamos a arreglar lo que parecía irreparable. Del 45,7 por ciento de pobreza que tenían esos hermanos argentinos que no podían jubilarse, logramos reducirla al 15 por ciento. Les devolvimos la vida”, agregó. esperanza.» , mil cosas se perdieron”, celebró Kirchner al hacer balance de la moratoria el día que anunció otra medida clave para los trabajadores: el fin de la trampa de las pensiones privadas.
Casi cuatro de cada diez personas que llegaron a la edad de jubilación no tenían derecho a pensión antes de la implantación del plan de pensiones. Con una moratoria, La cobertura aumentó del 66,1 al 95,8 por ciento, el nivel más alto de América Latina. A pesar del colapso de los fondos de pensiones bajo el gobierno de Mauricio Macri, la pobreza entre los adultos mayores actualmente es del 12,8 por ciento, con otro 1,7 por ciento por debajo de la línea de pobreza. Sigue siendo un problema grave que debe ser abordado y que requiere la misma convicción política que tuvo que enfrentar Kirchner cuando llegó a gobernar.
AFJP: el principio del fin
En el mismo sentido, al término de su mandato, Kirchner dio una patada a la mesa con otra medida decisiva: cancelar la prohibición de traslado de los trabajadores afiliados a las AFJP al sistema de pensiones estatal, solidario y continuo. Cuando Carlos Menem y Domingo Cavallo privatizaron la Seguridad Social en la década de 1990, bloquearon por ley la opción de salir de las AFJP y volver al sistema público. es decir, que se unió al administrador ya no podía contribuir al estado. El agravante fue que quienes no eligieron entre un sistema u otro durante su vida laboral en el empleo registrado estaban afiliados a las AFJP.
En abril de 2007, el entonces presidente anunció una ley que puso fin a esta restricción. Además, en los primeros comenzaron a registrarse los llamados “indecisos”, que eran aquellos que no se decidían por el régimen continuo o de capitalización. Las AFJP perdieron así el motor que les proporcionaba la mayor cantidad de sucursales, pues siete de cada diez llegaron allí por esta vía.
La posibilidad de retiro gratuito fue el primer paso hacia la eliminación de las AFJP, que Cristina Fernández de Kirchner abogó un año y medio después. Esta primera ley también fue resistida por los administradores y el poder financiero detrás de ellos, junto con la dirección del PRO que los apoyó. Pero en ese caso el radicalismo acompañó al Frente de la Victoria y la ley fue aprobada por unanimidad en el Senado.
inclusión vs. privilegios
Antes del gobierno de Kirchner, los pensionados fueron las principales víctimas del régimen de exclusión de la mayoría popular y los negocios con ingresos extraordinarios para bancos, grandes empresas y sectores concentrados que cristalizó el neoliberalismo en la década de 1990. Los actores clave en esto fueron el FMI y el Banco Mundial. proceso. El Consenso de Washington, como se le conoció, se instaló en la mayor parte de América Latina.
El coraje de Kirchner para romper el vínculo con el FMI fue crucial para el cambio. Desde entonces, el gobierno nacional y popular ha podido avanzar aún con más firmeza en revertir la lógica de exclusión y privilegio de unos pocos por otra distinta, caracterizada por la inclusión y la lucha contra la desigualdad.
“Hoy es un punto de inflexión muy importante. Tiene su historia, tiene a los que lucharon solos y fueron poco a poco comprendidos por distintos sectores de la sociedad. Hoy demuestra que los errores siempre se pueden corregir, que siempre se puede resetear para que el país pueda trabajar mejor”, dijo Kirchner, cuando comenzaba a desbaratar la hegemonía de las AFJP, en otro de los pasos que dio para sacar a la Argentina del Infierno.