La finalización en tiempo récord de las obras de infraestructura más importantes para el desarrollo de Vaca Muerta, el primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner, permitirá evacuar gran parte de los recursos ubicados en la cuenca neuquina. Para evitar nuevos cuellos de botella en la capacidad de transporte, la preparación –y en algunos casos la implementación– inversiones en la modificación de gasoductos y duplicación de la capacidad de los oleoductos existentes, que demandarán más de 1.700 millones de dólares sin contar la Etapa II del oleoducto Néstor Kirchner, que podría costar $1.500 millones.

Los operadores acordaron qué trabajo sería necesario para seguir explotando el potencial de los 36.000 kilómetros de roca, que en un momento fue un mar y contenía la segunda reserva de gas más grande del mundo y la cuarta de petróleo no convencional. En el área de gas, el próximo paso es la reversión del gasoducto del norte, que abastecerá el norte del país y se convertirá en una opción de exportación a Brasil. Están esperando estratégicamente la construcción de centrales eléctricas de GNL.

En materia petrolera, la apuesta más inmediata es ampliar la capacidad de transporte del oleoducto Oldelval y Puerto Rosales en Bahía Blanca, así como reactivar el oleoducto Otasa para su evacuación a Chile. Podrían estar listos en tres a cinco años. «Se ha avanzado mucho y con los proyectos existentes crecerán aún más», celebra el ejecutivo de una de las empresas en diálogo con Página I12.

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En términos dos proyectos son estratégicos que el sector público y privado destacan como verdaderamente significativos para el aprovechamiento del gas de Vaca Muerta: Oleoducto Néstor Kirchner para abastecimiento interno con los beneficios de ahorros tributarios por reducción de precios domésticos de gas impactando en tarifas y divisas por proyecto de sustitución y ajuste de importaciones Planta de gas natural licuado (GNL). para exportar gas con valor agregado en el país. “Cuando se trata de gas, es importante tener gasoductos, pero es estratégico para el país enfocarse en construir plantas de gas natural licuado. Si quieres tener la misma discusión sobre lo que sucede con el litio, no seas una mercancía. exportador”, agregó. aseguran fuentes privadas Página I12.

Existe un acuerdo estratégico entre la empresa estatal YPF y la petrolera estatal de Malasia, Petronas, para desarrollar un proyecto integral de GNL que incluye la construcción de una planta. Por el tamaño de la inversión requerida, $10.000 millones, la mayor en la matriz energética del país en 30 años, está pendiente en el Congreso un proyecto de ley que crea un régimen de subsidios al GNL.

Luego de culminar la Etapa I del gasoducto Néstor Kirchner, obra financiada íntegramente por el Tesoro Público con recursos propios y la recaudación de un importante impuesto predial, el Ejecutivo busca financiamiento para el segundo tramo, que permitirá el transporte de gas desde Salliqueló en la provincia de Buenos Aires hasta San Jerónimo en Santa Fe Inversiones, que se estima en más de 1.500 millones de dólares, tiene como principales financiadores: la empresa pública Enarsa, que ejecutó el primer tramo, destinará los ingresos del transporte de gas para financiar la segunda sección. También se ha confirmado una aportación de 689 millones del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil para tubos y chapas de acero fabricados en el país, a los que podría sumarse Power China.

En el futuro más cercano, próximo paso para el desarrollo del sistema de gasoductos es el vuelco del gasoducto del norte, una obra clave para abastecer a las provincias del noroeste afectadas por la caída de la producción de gas en Bolivia. Se trata de encender las bombas que hoy presurizan el gas de Bolivia y agregar un poco más de gasoducto. En despachos oficiales calculan que la obra podría estar concluida en menos de un año (indican una fecha preliminar para mayo del próximo año) y buscan fondos para cubrir la inversión total de 713 millones de dólares. La Cooperación Andina para el Desarrollo (CAF), el banco de desarrollo de América Latina, aportará 540 millones de dólares, una pequeña parte de los 70 a 80 millones podría ser aportada por la empresa Transportadora Gas del Norte, que luego será con cargo a la operación cuenta de ingresos. conducto. El resto podría provenir del Ministerio de Hacienda.

La importancia del trabajo inverso radica no solo en el suministro interno, sino que también será importante poder exportar gas a Brasil. “Si quisieras exportar a Brasil en el corto plazo, podrías llegar por Bolivia con un giro hacia el norte”, dicen fuentes de Energía. Transredes, la red de gasoductos de Bolivia, está muy desarrollada para la región, pero muchos productores no quieren depender de la situación política de un país vecino. Hoy, el gasoducto A. Brasileira-Uruguayana se utiliza para exportar a Brasil, que conecta al norte y lleva gas a través de la provincia de Corrientes. Sin embargo, se necesita trabajar para conectar a ambos países con la región.

Petróleo

El aumento de la capacidad de transporte de crudo es otra necesidad del sector en momentos en que la producción no convencional en la cuenca alcanza todos los meses récords históricos. Hay tres proyectos para su evacuación: ractivación del oleoducto Trasandino (Otasa), Duplicación de Tubería Valley (Oldelval) Arizona Terminal Portuaria de Puerto Rosales. A largo plazo, se contemplan los proyectos Vaca Muerta Norte y Sur, así como la construcción de un puerto de aguas profundas en Río Negro, que permitirá el ingreso de buques con mayor capacidad para el transporte de barriles.

Desde principios de mayo, los principales operadores han estado evacuando petróleo hacia el Pacífico a través de Otasa, un canal binacional de 425 kilómetros que alcanza un pico de 2.000 metros para cruzar la Cordillera y luego desciende a Talcahuana, Chile. El oleoducto se construyó hace treinta años y se cerró en 2006, pero su restauración permite agregar 110.000 barriles adicionales de petróleo de Vaca Muerta. En mayo, los operadores exportaron casi $3 millones por día, entre 40.000 y 60.000 barriles, un tercio de la capacidad del oleoducto.

Oldelval, la empresa responsable del oleoducto que lleva el petróleo de Vaca Muerta a las refinerías de Buenos Aires, está invirtiendo unos $750 millones para duplicar la capacidad del oleoducto, que se encuentra saturado, incluso considerando planes para triplicarlo, aunque sin un proyecto específico. Estas obras, que podrían concluir el próximo año, deben complementarse con la ampliación de la terminal portuaria de Puerto Rosales Oiltanking Ebytem, ​​que se encarga de recibir, almacenar y bombear el petróleo de las cuencas patagónicas. Significa una inversión de 300 millones de dólares.

Existen en la carpeta, aunque más a largo plazootros dos proyectos para evacuar petróleo de la cuenca neuquina: la construcción de otro oleoducto para conectar con la vía al Pacífico (Vaca muerta del norte)y otra más detallada, que es la construcción de una nueva a Punta Colorada en Río Negro, donde está prevista la construcción del puerto de aguas profundas de Argentina. El dragado de aguas profundas permitiría el ingreso de barcos que pueden transportar hasta 1 millón de barriles (el doble de los barcos que hoy pueden ingresar a Puerto Rosales en Bahía Blanca, donde se exporta petróleo). En el sector privado, estiman que la obra podría estar concluida en cinco años.