“La especificidad del tratado de libre comercio recientemente firmado entre Ecuador y China es que, a diferencia de otros acuerdos de este tipo que están vigentes en la región, Es el primero que ocurre en el contexto de una rivalidad sistémica entre una potencia asiática y Estados Unidos.. Por eso es simbólico”, explicó. Pagina 12 Esteban Actis, Doctor en Relaciones Internacionales, docente e investigador de la Universidad del Rosario (UNR).
en el medio y grave crisis institucional, Ecuador selló un tratado de libre comercio (TLC) con China. Tras la firma de Chile (2004), Perú (2009) y Costa Rica (2010), este es el cuarto acuerdo de esta naturaleza entre Pekín y un país de la región. En los otros tres países el acuerdo está funcionando, mientras que en el caso de Ecuador el texto debe esperar la deliberación de la Corte Constitucional y la Asamblea Nacional, lo que se complicará en medio de la crisis y de cara a nuevas elecciones presidenciales.
El contrato ofrece oportunidades para incrementar la exportación de productos tradicionales de Ecuador a China, como banano, camarones y concentrados de plomo y cobre, al tiempo que reduce el costo de importación de bienes industriales como automóviles, teléfonos móviles, computadoras y maquinaria y sus partes. Aunque Ecuador no es un país con una fuerte base industrial, el riesgo de un acuerdo parece ser para los productores locales de productos como textiles, calzado, cerámica, llantas y muebles.
Según estimaciones oficiales, las exportaciones no petroleras a China podrían aumentar entre 3.000 y 4.000 millones de dólares al año. Sin embargo, el expresidente Rafael Correa advirtió que “el trato es suicida: China tiene una moneda nacional y salarios mucho más bajos que Ecuador. Dile adiós a la industria textil y muchas más”.
impacto regional
“Los acuerdos de libre comercio anteriores se materializaron en el marco de la interdependencia positiva entre las dos superpotencias, en la visión optimista de las élites de Washington sobre el ascenso de China. Está claro que Desde una lectura política internacional, este acuerdo representa un impacto político más que económico para China.explica Actis.
«Esta espectáculosLa intención de China de fortalecer los lazos con la región a través de una herramienta clásica como un TLC, a diferencia de Estados Unidos, que parece haber abandonado los TLC como herramienta de política comercial a favor de iniciativas hemisféricas más ‘multi-agenda’”, continúa el académico de la UNR.
La firma del TLC resuena con otro acuerdo que China viene desarrollando en la región, mucho más significativo para Argentina. es un caso Uruguay, cuyas negociaciones se han estancado en medio de una mayor presión de Lula para que China baje un poco su perfil este caso y empezar a pensar en el diálogo con Mercosur.
Néstor Restivo, historiador y periodista director de la revista Dang Dai, agrega “para Mercosur, formato clásico TLC limita en gran medida la posibilidad de un aumento en los intercambiosbien podrían explorarse otros formatos de acuerdos comerciales sin el sesgo neoliberal que estos acuerdos tienen en varios de sus capítulos recurrentes, como la contratación pública o el rol regulador de los estados, entre otros”.
“Ahora, además de TLC sí o TLC no, El comercio de China con toda América Latina y el Caribe no ha dejado de crecer a lo largo de los años y en general es relativamente equilibrado. En 2021, cuando se registró un récord de alrededor de 450.000 millones de dólares, las exportaciones e importaciones fueron prácticamente iguales, países con recurrentes déficits como Argentina y otros con sólidos superávits como Brasil o Chile, en ambos casos explicados principalmente por su extracción. exportación, mineral de hierro en el primer caso y cobre en el segundo», añade Restivo.
Consideraciones para Argentina
“Para Argentina, el caso de Ecuador es muy interesante porque Son dos países que tienen vulnerabilidad financiera ante ambas potencias, tanto Estados Unidos como China. Ambos tienen acuerdos con el FMI y algún tipo de compromiso crediticio o financiero con Pekín. Son los dos únicos países de la región con estas características. Entonces las presiones que tiene Ecuador pueden ser un testigo para Argentina. También hay muchas diferencias: Ecuador firma individualmente y Argentina está en Mercosur; La estructura productiva argentina no tiene nada que ver con la ecuatoriana, ni el tamaño de las economías”, dice Actis.
“El problema que tiene Argentina es su extrema fragilidad macroeconómica, que obliga a la política exterior a negociar en debilidad. El poder de negociación externo de Argentina se ha ido erosionando en los últimos años, ya sea con Estados Unidos o remisión con el FMI o negociar con China para extender o activar el canje”, concluye Actis.