El dólar blue saltó 8 pesos el martes para cerrar en 394 pesos. Este es el mayor aumento diario del año. A pesar de esta suba del dólar ilegal, los precios financieros como el efectivo de liquidación cayeron, las cotizaciones bursátiles subieron y los bonos en moneda extranjera repuntaron. La explicación del salto en los números azules está en factores especulativos dada la tensión en el banco central por la acumulación de reservas y la necesidad de activar un tramo de hasta 5.000 millones de dólares del canje con China.
Las especulaciones sobre qué políticas podrían anunciarse en el segundo trimestre se reanudaron esta semana en el mercado de divisas. Los informes de los asesores habían rumoreado la posibilidad de una escisión y mencionado el tema de las reservas netas. La entrada de divisas se ve muy afectada este año por la severa sequía que vive el campo y el impacto que tendrá en la destrucción de cultivos. Las estimaciones sugieren que se perderían al menos $ 15 mil millones en exportaciones.
Para una economía que enfrenta restricciones en el frente externo y que no recibe financiamiento del mercado internacional, la pérdida de dólares de la balanza comercial representa un gran desafío para mantener las importaciones y el ritmo de crecimiento del mercado interno. Con este panorama, el mercado comenzó a especular sobre dificultades para mantener el tipo de cambio, una nueva estrategia cambiaria o una devaluación.
El salto del dólar blue suma presión y volatilidad este martes, pero no estuvo acompañado de movimiento en otras variables financieras. El efectivo liquidado terminó la jornada con una baja de 0,4 por ciento para cerrar en 399,62 pesos. Las acciones, por otro lado, experimentaron un fuerte repunte del 3,5 por ciento con empresas que subieron casi un 9 por ciento en el mercado de valores. Por el lado de los bonos del gobierno, hubo títulos que subieron hasta casi un 4 por ciento y el riesgo país cayó un 2 por ciento a 2.335 unidades.
Las presiones y especulaciones sobre el tipo de cambio pueden continuar en las próximas semanas, en un escenario donde se suman factores de estrés adicionales. Por un lado, en el ámbito doméstico, uno de los principales problemas es la dificultad para reducir los precios. Los últimos datos de inflación minorista registraron un aumento de 6,6 por ciento y la inflación mayorista de 7 por ciento.
En el frente externo, la volatilidad proviene de la crisis bancaria en Estados Unidos y del laberinto en el que se encuentra la Reserva Federal. En la medida en que continúa elevando las tasas de interés en un esfuerzo por mantener el nivel de inflación de EE. UU., está ejerciendo una fuerte presión sobre el sistema financiero y preparando el escenario para una recesión en la actividad económica. En Europa, este escenario se repite en forma de espejo. El país enfrenta una alta inflación que está afectando la calidad de vida, el Banco Central Europeo eleva constantemente las tasas de interés de referencia y los principales bancos como Credit Suisse están cayendo en picado en los mercados bursátiles.
El equipo económico hizo varias declaraciones esta semana para intentar frenar las especulaciones sobre el tipo de cambio. Además de la activación de nuevos tramos de swaps con China, que alcanzarán el equivalente a $5.000 millones en las próximas semanas, se registró una entrada de préstamos de organismos internacionales por más de $680 millones, incrementando las reservas.