El La inflación de abril fue del 8,4 por ciento, un nuevo récord mensual desde el fin de la convertibilidad, según el INDEC. En lo que va del año, los precios acumulan un incremento del 32 por ciento en una comparación interanual, se trata de un salto del 108,8 por ciento. El gobierno podría lanzar nuevas medidas para tratar de frenar el crecimiento de los precios, que se ha acelerado constantemente desde el 4,9 por ciento de noviembre.

Comida y bebida volvió a estar por encima del promedio con un crecimiento mensual del 10,1 por ciento, impulsado por la carne, las verduras, las legumbres, los productos lácteos y los huevos, los productos horneados y los cereales. En doce meses, este rubro acumula un incremento del 115 por ciento.
Sector ropa y calzado, contó con el cambio de estaciones, los restaurantes y hoteles experimentando una especie de boom en medio de la crisis, y el amueblamiento y mantenimiento del hogar.

El ministro de Política Económica, Gabriel Rubinstein, emitió un comunicado diciendo que “turbulencias en los tipos de cambio en los mercados financieros del dólaren la segunda parte del mes provocó un incremento preventivo en los precios de muchos productos y servicios. Esto requerirá un esfuerzo redoblado por parte de la macroeconomía para desarrollar las políticas que lo hagan posible. mejorar las cuentas fiscales, acumulación de reservas y la estabilidad cambiaria, así como el fortalecimiento de la política de ingresos’.

Causas

Aquí está varios factores que explican la dinámica de la inflación. Entre ellos destaca una fuerte incertidumbre política que va desde los ya clásicos cortocircuitos del Frente de Todos hasta las propuestas de dolarización de la extrema derecha. En segundo lugar, varias cláusulas del acuerdo firmado con el FMI, como tasa de interés positiva, ritmo de devaluación y eliminación de subsidios, Si bien en algunos casos vienen a evitar mayores conflictos, en realidad son un importante multiplicador inflacionario.

También hay factores puramente exógenos como la sequía y su impacto en la disponibilidad de dólares y específicamente en la producción ganadera, junto con la situación de la gripe aviar. Las diferentes versiones del dólar de la soja son otro elemento que empuja al alza los precios de los alimentos. Mientras tanto, propia inercia de precios y realización de rebranding en góndolas, salarios y rentas configura un mecanismo de promoción bien engrasado y muy difícil de frenar.

*Dólares faltantes. Tanto el equipo económico liderado por Massa como el sector cristiano están de acuerdo con esto Todo el escenario macroeconómico y la inflación en particular se ve fuertemente afectado por la falta de dólares, donde una sequía histórica jugó un papel crucial, colocado en un escenario ya delicado. Esta situación genera expectativas de devaluación o hace esperar mayores controles a las importaciones; ambas situaciones son inflacionarias.

*Acuerdo con el FMI. El propio CFK ha dicho abiertamente algo que parte del kirchnerismo viene sugiriendo desde hace tiempo. La inflación interanual se ha duplicado desde que entró en vigor el acuerdo. La tesis del Fondo de un mayor control fiscal y monetario en un escenario más certero mientras se abarata la deuda para controlar los precios ha vuelto a fracasar. Por otro lado, la cláusula que impide el retraso del tipo de cambio oficial ante la inflación, el retiro forzoso de subsidios en los servicios públicos y la política de tipos de interés muy altos se refieren a echar gasolina al fuego.

Cabe aclarar que estas políticas acordadas con el FMI se basan en importantes dificultades subyacentes, es decir, no hay alternativas en el horizonte que sean virtuosas sin costos adicionalespero en realidad es una medida inflacionaria.

Otro incentivo para esto fue la prohibición de intervención del BCRA para correr dólares paralelos la falta de control cambiario y de precios que quedó patente en la última corrida de toros. Massa decidió no seguir esta regla en medio de la tormenta.

*incertidumbre política. En los últimos días, Massa ha insistido en la idea de que el arreglo político está a favor de la economía. Pero además de los conflictos dentro del Frente de Todos, los mensajes de la oposición también son destructivos. Juntos, para variar, ya cuenta con que usará una devaluación brutal para subir el tipo de cambiomientras que la ultraderecha habla de dolarización, que, independientemente de cómo sea posible aplicarla, de hecho desencadenará una fuga de pesos con el consiguiente impacto en el paralelo y por ende en los precios.